El Ángel del Invierno: AMABAEL
Amabael es el Ángel del Invierno y reviste importancia que no descuides el jardín en esta época del año. Habla a Amabael incluso cuando la helada o la nieve cubra el terreno. Hay allí debajo mucha vida, aunque, como sucede con los ángeles, no siempre podamos advertir su presencia. Imagínate a Amabael cuidando de todas las formas de vida bajo el frío y duro suelo o helado.
Amabael es el Ángel del Invierno y reviste importancia que no descuides el jardín en esta época del año. Habla a Amabael incluso cuando la helada o la nieve cubra el terreno. Hay allí debajo mucha vida, aunque, como sucede con los ángeles, no siempre podamos advertir su presencia. Imagínate a Amabael cuidando de todas las formas de vida bajo el frío y duro suelo o helado.
Cuando veas brillar el sol , saluda a Amabael y muéstrale tu gratitud por su consuelo y apoyo en esta dura época del año.
Cuando el sol asoma sobre el horizonte es vital que honres a los seres vivos del mundo que hay a tu alrededor.
Cuando el sol asoma sobre el horizonte es vital que honres a los seres vivos del mundo que hay a tu alrededor.
Todos se encuentran sumidos muy abajo, protegidos por la oscura tierra. Puedes animar a los minúsculos bulbos y plantas invernales a que comiencen a despertar e inicien su viaje hacia la claridad.
Ritual para el solsticio de invierno
20 al 23 de Diciembre (Hemisferio septentrional)
20 al 23 de Junio (Hemisferio meridional)
El tiempo y la temperatura de esta época del año no favorecen las actividades al aire libre, pero de ser posible realiza este ritual a la intemperie porque te sentirás más unido a la tierra. Necesitaras algo de cartulina o papel, unas tijeras, cuatro velas y algunas semillas en un cuatro tarritos con tierra o macetitas.
Ritual para el solsticio de invierno
20 al 23 de Diciembre (Hemisferio septentrional)
20 al 23 de Junio (Hemisferio meridional)
El tiempo y la temperatura de esta época del año no favorecen las actividades al aire libre, pero de ser posible realiza este ritual a la intemperie porque te sentirás más unido a la tierra. Necesitaras algo de cartulina o papel, unas tijeras, cuatro velas y algunas semillas en un cuatro tarritos con tierra o macetitas.
Invoca al Ángel del lugar , a tu Ángel de la guarda y al Ángel Amabáel. Invoca a tus guías de la Luz, los Devas y elementales de la Tierra.
Traza en torno tuyo un gran círculo sobre el suelo (o utiliza una cinta o una cuerda) Será el símbolo de la Tierra. Ahora recorta en cartulina o papel un símbolo del sol y otro de la luna y colócalos frente a frente, hacia el este y el oeste, casi tocando el círculo. (Por el este se alza el Sol en la mañana y por el oeste se hunde al aproximarse la noche) Permanece sentado o de pie en el centro del círculo y dentro de este poné una vela en cada una de las cuatro direcciones diferentes: norte, sur, este y oeste. Coloca en el suelo, cerca de las velas, algunas semillas en un recipiente o macetita.
Traza en torno tuyo un gran círculo sobre el suelo (o utiliza una cinta o una cuerda) Será el símbolo de la Tierra. Ahora recorta en cartulina o papel un símbolo del sol y otro de la luna y colócalos frente a frente, hacia el este y el oeste, casi tocando el círculo. (Por el este se alza el Sol en la mañana y por el oeste se hunde al aproximarse la noche) Permanece sentado o de pie en el centro del círculo y dentro de este poné una vela en cada una de las cuatro direcciones diferentes: norte, sur, este y oeste. Coloca en el suelo, cerca de las velas, algunas semillas en un recipiente o macetita.
Cuando las enciendas, solicita al ángel Amabael y de otros miembros del reino dévico que retornen a la tierra y aporten nueva vida al suelo.
Cierra los ojos e imagina a la Luna, iluminando los parajes de noche; luego su lugar será ocupado por el sol y percibirás el calor de sus rayos cuando alcanzan la Tierra y la despiertan. Siente el Sol, sabiendo que regresará a este lugar de nuevo con el paso de las semanas y que estimulará a las semillas que plantaste a que concluyan su hibernación. Concibe todo el proceso del crecimiento que se despierta y puja por asomar a la luz del sol.
Cierra los ojos e imagina a la Luna, iluminando los parajes de noche; luego su lugar será ocupado por el sol y percibirás el calor de sus rayos cuando alcanzan la Tierra y la despiertan. Siente el Sol, sabiendo que regresará a este lugar de nuevo con el paso de las semanas y que estimulará a las semillas que plantaste a que concluyan su hibernación. Concibe todo el proceso del crecimiento que se despierta y puja por asomar a la luz del sol.
Conviértete con el ojo de tu mente en ese pequeño bulbo o semilla. Abandona la hibernación y empieza a buscar la luz que brilla sobre ti. Sabrás que tienes que seguir un camino. ¡Permite que tu corazón se inunde de alegría cuando por fin te abras paso hasta llegar a la luz! Tal vez recibas en este momento un mensaje de tu Angel de la guarda, o de Amabel.
Agradece a Amabel y a tu ángel de la guarda, a los guias por su asistencia.
Deja que las velas se consuman.
Gracias, Gracias Gracias.
(FUENTE: LISHTAR)
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